Ser constante es una de las cosas que muchas personas tienen pendientes. Para ello hay que crear una rutina y tener muy claro por qué quieres ser constante.
Da igual en qué quieras serlo, pero en este caso, y al tratarse de una web de escritura, lecturas y organización voy a centrarlo en estos temas.
¿Cómo ser más constante?
Mucha gente cree que la constancia tiene que ver con el trabajo duro y no. Esto es lo que nos hace fracasar, y nos lleva a dejarlo antes de tiempo. Ser constante es más de lo que se hace habitualmente que del tiempo que se tarda en hacerlo.
Para conseguirlo hay que facilitarse las cosas y no ponerse trabas por el camino. Así que a continuación te doy una serie de pasos que te ayudarán en este camino:
1. Ten claro por qué lo haces.
Si quieres ser constante y no sabes el motivo, esto no te va a llevar a ningún lado. Es importante saber qué quieres hacer y por qué. Si escribes, define por qué y en qué te va a ayudar a ser más constante y con eso ya tendrás el camino prácticamente hecho. Canto más especifiques los motivos, más claro vas a tener todo y no encontrarás apenas dificultades. (Nada es fácil, si no todos lo conseguiríamos)
2. Crea una rutina.
Ya sea que escribas, leas o te quieras dedicar a otra cosa, la rutina hará que todos los días (o casi todos) hagas lo que quieras hacer. Para crearla, solo necesitas buscar los ratos libres que tengas y asignar las tareas en ese momento durante toda la semana. Puedes usar una agenda, un Bullet Journal o incluso Google Calendar para organizarte y empezar a así a crear la rutina que tanto necesitas para ser constante.
3. Tareas pequeñas
Como he dicho antes, no consiste en trabajar duro, consiste en hacer las cosas de forma habitual y para ello hay que tener tareas pequeñas, nada de tareas grandes y con esto me refiero a especificar poco. Si tú quieres escribir un libro, de nada sirve que te agendes escribir libro, eso es muy amplio, implica muchas cosas a la vez. Divide el proyecto en cosas más pequeñas.
Siguiendo el ejemplo anterior, lo que puedes hacer es, agendarte hacer la ficha de cierto personaje o buscar información sobre un arma en concreto de la edad media.
Al ser cosas pequeñas que puedes hacer en un periodo de tiempo corto, harás mucho más de lo que te esperas y será más sencillo tener costancia.
4. Sé flexible y descansa
Si te equivocas, empieza de nuevo, si te surge algo inesperado, busca otro momento. Ser flexible te ayuda a no generar estrés y ansiedad por no poder hacer lo que quieres hacer en el momento. Esto no es una competición. No pasa nada por cometer errores y hacerlo en otro momento. Lo que cuenta es que lo hagas de forma habitual, que te sientes a escribir más días de los que no lo haces. Nadie es perfecto y nadie es constante el 100% de las veces.
Tienes que tomarte tiempo para ti, descansa cuando lo necesites y eso te ayudará a mejorar tu constancia y tu productividad.
5. Elimina los pensamientos negativos
Los pensamientos negativos nos impiden avanzar y alcanzar nuestras metas. Sé que es difícil eliminarlos, pero hay que esforzarse. Ser constante requiere de paciencia y de pensamientos que sumen cosas buenas más que restarnos.
Para eliminarlos hay que aceptarlos. Nuestras emociones están ahí, y si se aceptan irán desapareciendo con el tiempo. Un ejercicio muy bueno para esto son las páginas matinales que recomienda la autora Julia Cameron en su libro El camino del Artista.
6. No te compares
Tenemos esa manía de compararnos con los demás. No sirve de nada salvo para agobiarnos y bloquearnos. Cada persona es un mundo y tiene una vida muy distinta. Compararse no es bueno, busca tus propios resultados y compáralos entre ellos, pero no con los demás.
Ver la mejora de tus logros te ayudará a mantenerte en la línea de lo que quieres conseguir y además te sentirás mejor.