Hace tiempo creé esta categoría para el blog, pero se quedó en nada. Ahora vuelve de nuevo a la carga y esta vez es para quedarse. El motivo real, es que necesito algo que me motive a escribir y me saque de mis proyectos actuales. Quise intentar recuperar el reto de literup, pero no he sido capaz porque no encuentro esa chispa que antes me producía y, al ver algunas imágenes de los bancos de imágenes que normalmente frecuento como Pixabay he visto algunas que me han inspirado a escribir, como la que hoy traigo. Así que he pensado «¿por qué no?» y de ahí la razón. Pero esta vez quiero que no se quede solo en mí, sino que también quiero que participes, que cada semana que ponga una imagen escribas también lo que te inspira en tu blog, canal, insta… Dónde sea y me dejes el enlace en los comentarios para que yo también pueda leerlo. Puede ser una frase, un relato, micro relato, da igual la extensión. Tampoco es obligatorio escribir todas las semanas, puedes hacerlo solo con aquellas imágenes que te den ideas, así de simple. Si al final decides unirte, lo dicho, déjame el enlace en los comentarios y lo pondré en cada entrada correspondiente para que otras personas puedan leerlo.
Y ahora sí que sí, aquí dejo lo que me ha transmitido esta imagen:
Parece que el mundo nos pertenece, que se nos regala en cuanto nacemos. Sin embargo, no podemos estar más equivocados, por más que queramos dominarlo, será él quien nos domine, porque no somos sus dueños, no somos quien lo controlamos. Vivimos y morimos por la lucha eterna de desear ser superiores, cuando nuestro verdadero cometido es vivir, aprender, disfrutar de los pequeños placeres y dejar nuestro pequeño legado a las generaciones posteriores. Pero, ¿Qué es lo que provocamos a cambio? Destrucción, caos, cambio climático… Estamos saturando el mundo que nos permite seguir adelante a duras penas, estamos creando un lugar en el que nuestros descendientes solo conocerán lo que es el miedo, hambre, guerras y sufrimiento. Todo esto por no cuidar lo que en teoría se nos ha regalado. La madre naturaleza es sabia, tarde o temprano todo vuelve a su cauce y esto va a suceder antes de lo que nos esperamos. Ya estamos viendo las consecuencias. Si con pocas semanas de aislamiento ya se han visto mejoras, no quiero imaginarme si, a diario, cuidamos de nuestro mundo, le mostramos que no queremos controlarlo, él nos devuelve la maravillas que esconde, porque de eso se trata, de ser respetuosos y, al serlos, en verdad se convierte todo en un regalo bien preciado. Pero no, el ser humano es uno de los más destructivos de los seres sobre la faz de la tierra. Nunca aprendemos y nos va a pasar factura.